¿Has pensado cómo sería el día después de los exámenes de tu oposición? Seguro que has fantaseado con ellos y tienen algo de desenfreno y descontrol, ¿verdad?
Tanto sacrificio, parece que después en todo lo que pensamos es en “darnos un homenaje”, “hacernos un capricho”, “recuperar el tiempo perdido”...
¿Te suenan estas expresiones? La mayoría las ha utilizado alguna vez (no lo niegues). Y en parte es normal, pero déjame decirte algo: NO es realista.
De hecho, sólo te sirve para detectar qué tipo de pensamientos tienes en relación con tu oposición y analizar cómo te pueden estar afectando, si todavía te preparas.
La post-oposición o lo que pasa después de los exámenes es bastante más normal. Un tiempo en el que también necesitas tener ciertas pautas para afrontarlo de la mejor forma posible, sin que te puedan los nervios.
Obviamente, cada quien puede vivirlo como quiera, pero te voy a contar qué es lo que me funcionó a mí, para mantenerme cuerda hasta que salieron las notas. Piensa que, independientemente del resultado final, si este tiempo lo aprovechas, te servirá de impulso para lo que sea que venga después.
Y ya sabes… El tiempo que pasa no vuelve. Así que, en este artículo, vamos a ver cómo afrontar ese período post-oposición y cómo aprovechar mejor el tiempo después de los exámenes.
Pero antes, empezaré por hablar de las 3 situaciones que puedes experimentar después de tus oposiciones a maestro. Y compartiré algunos consejos para que sepas cómo actuar en cada caso y tengas los recursos necesarios para prepararte.
¡Dale al play!
No te la juegues en tu oposición
Lo primero que quiero que tengas claro es que para ir más seguro y disfrutar después de los exámenes, es clave centrarte en tu preparación.
Parece contradictorio, ya que te estoy hablando de la post-oposición. Pero, aunque es importante empezar con el fin en mente, para ir más motivado y no perder el rumbo, una vez arrancas tu preparación tu máxima prioridad debe ser dar lo mejor de ti para llegar a los exámenes a tope.
Por eso, no bajes la guardia en tu preparación y antes de nada, aprende a prepararte.
Sí, tendrás más éxito si aprendes, descubres, conoces y pruebas distintos enfoques o métodos de preparación y eliges el que mejor se adapte a ti desde el principio.
A medida que avances, irás ajustándolo y conociendo qué te funciona mejor y directamente qué es lo que no va contigo.
Pero tener una idea clara de a qué vas a enfrentarte antes de comenzar, te dará muchas herramientas para que, llegado el momento de que te ocurra cualquier contratiempo, sepas dónde encontrar los recursos para superarlo.
Hay ciertas lecturas que te recomiendo en este sentido, porque nunca es tarde para darle la vuelta a tu preparación, si acaso ahora mismo no te termina de resultar:
- Todo lo que un opositor necesita en su día a día
- Time Blocking: cómo preparar con tiempo tu oposición
- 6 consejos para que tu vida como opositor sea más fácil
- Materiales y herramientas que todo opositor necesita
- Cómo estar preparado para las crisis del opositor/a
Con todos estos materiales ya tendrás ideas de sobra para saber: dónde, cómo, cuándo empezar y qué hacer en cada uno de los momentos de tu preparación.
5 cosas que hacer después de los exámenes
Ahora bien, si hablamos concretamente de las cosas que puedes hacer después de los exámenes, vamos a ver 5 ideas para ayudarte a sobrellevar la incertidumbre, los nervios y aprovechar el tiempo, venga lo que venga después.
Porque aunque no lo creas es duro pasar de un día a otro y “no tener nada que hacer”. Me explico… Antes de las oposiciones, tienes la preparación. Incluso los días previos a los exámenes, cuando más nervioso puedes estar, tienes algo a lo que agarrarte.
Sin embargo, cuando ya está todo el pescado vendido, como suele decirse y no hay vuelta atrás:
- Tu mente viaja del examen a las notas en un bucle infinito.
- Tu crítico interno te saca los ciento cincuenta mil fallos que has hecho (aunque no sean ciertos) y las tropecientas mil maneras de haberlo hecho mejor.
- Tu estado de ánimo es una montaña rusa sin control.
- Has perdido todas tus rutinas, al menos las que tenían que ver con la preparación (que seguramente acaparaban gran parte de tu tiempo).
En resumen, son unas semanas que más vale utilizarlas de forma productiva para beneficiarnos, independientemente del resultado.
Libera espacio
Este es un buen momento para reordenar tu espacio: guardar apuntes, ordenar tu escritorio, cambiar la decoración… Lo que sea que te haga sentir renovado y fresco.
Ojo, no digo que repases tus apuntes, ¿eh? Nada de eso. Pero tanto si los necesitas retomar después de las notas, como si no, sabrás exactamente qué recursos tienes a tu alcance (libros, supuestos, ideas, etc.) y dónde encontrarlos.
De hecho, aunque apruebes tu oposición y consigas tu plaza, guardar durante un tiempo los apuntes, pero sobre todo, libros y otros materiales didácticos te resultará útil para no arrancar de cero en tu próxima aventura como maestro.
De todos modos, si en cualquier momento necesitas una ayuda extra, aquí tienes 39 herramientas y recursos para maestros que te sacarán del apuro.
Vuelve a encontrar tu equilibrio
Este punto es fundamental, porque como te decía, te encontrarás con un tiempo que antes destinabas a estudiar.
Entonces, ¿qué hacer ahora con ese tiempo? De hecho, sería perfectamente posible que siguieras aprovechándolo para estudiar, pero en este caso hacer algún cursillo que te apetezca desde hace mucho, o destinarlo a aprender mientras lees, etc. Algo obviamente mucho más relajado y a tu ritmo.
Definitivamente, lo recomendable es que no tenga nada que ver con lo que hasta ahora estabas haciendo.
Y ojo, si te fijas, hablo de equilibrio, de ocupar esas horas con cosas productivas, pero no de recuperar el tiempo perdido, o hacer todo aquello que hasta el momento después de los exámenes habías dejado aparcado.
¿Sabes por qué? Porque no creo que esta sea la mejor forma para prepararse. Según yo entiendo la preparación de unas oposiciones, no necesitas poner tu vida en standby. No tienes que renunciar a todo lo que te hace bien en tu vida, como por ejemplo el deporte o ejercicio, ya que a la larga te pasará factura.
Obviamente habrá ciertos aspectos que sí sacrifiques, esos son los que puedes retomar ahora. Por ejemplo, si te gusta mucho el cine, pero dejaste de ir con asiduidad para acostarte temprano y rendir mejor al día siguiente, puedes crear tu lista de películas “pendientes”.
Y en estos días, puedes si quieres hacer algún tipo de maratón cinéfilo para ponerte al día.
Como ves no se trata de partir de cero, de dejar de hacer todo lo que hacías hasta ayer. Si no que progresivamente vayas encontrando otra forma de acomodar tus horarios que te permita adaptarlos mejor a tu nueva situación.
Descarga tensión
Sobre todo los días previos a los exámenes, se sufre bastante estrés. Nadie está exento, por más preparado que esté de sentir ese gusanillo del “qué pasará”. Por eso, después de los exámenes sería bueno que tengas herramientas para descargar toda esa tensión acumulada.
Si ya tienes hábitos como el yoga, la meditación o el mindfulness, sigue con ellos. Aunque puedes darles una vuelta y por ejemplo, darte un baño de naturaleza mientras meditas. O sea, salir de lo conocido, de lo habitual y amplificar sus beneficios.
Si eres de las personas que les va escribir, realiza un reto contigo mismo de escritura y durante 7-10 días, escribe nada más levantarte durante 10-15 minutos y deja fluir todos tus pensamientos.
O algo mucho más sencillo y accesible, encuentra un lugar apartado (una terraza de un edificio, tu coche…) y grita. Saca fuera toda esa tensión a grito pelado, sentirás cómo te vas vaciando a medida que te quedes sin voz… pero es liberador. Porque inmediatamente notarás que tu cuerpo se expande como haciendo de nuevo hueco para volver a llenarte, en este caso, de otras emociones más positivas.
No te ancles en pensamientos acerca de la oposición
Si hasta ahora como opositor habías aprendido a no dejar que la mente te jugara malas pasadas… después de los exámenes más que nunca necesitas perfeccionar esa técnica.
Porque hasta que no tengas los resultados, en este caso las notas, no te aporta nada darle vueltas o castigarte. Por eso, si hablas con otros compañeros opositores y te hablan del examen, córtalos educadamente y reconduce la conversación a su día a día, a qué haces ahora, etc.
De esta forma, estarás ayudando a esa persona a salir del bucle y tú mismo, además de no entrar, podrás conocer las ideas de otras personas que, quién sabe, pueden hacer que se encienda tu bombilla.
Por si necesitas una ayuda extra con este tema, aquí van un par de recursos:
- Adiós pensamientos negativos. Hola mente positiva
- 5 fórmulas para bloquear los pensamientos de mierda
Haz un cierre
Hasta ahora, como ves, nada que tenga que ver con tus oposiciones o preparación, ¿verdad? Pues bien, en este sentido, sí te voy a proponer hacer una especie de balance, a modo de cierre.
Pero no es lo que esperas… No quiero que te evalúes en cuanto a cómo te ha ido el examen (porque posiblemente todavía no tengas las notas).
No, mejor valorar tu camino, tu esfuerzo, tu compromiso, la energía…
- ¿Cómo ha sido tu preparación en términos generales?
- ¿Cómo te has sentido hacia el final?
- ¿Cuánto te has esforzado?
- ¿Cómo de comprometido estabas durante el proceso?
- ¿Qué tal has manejado tu energía?
- ¿Qué podrías (o te gustaría) haber hecho diferente?
Verás que no te hablo de nada demasiado concreto, sino de valorar el proceso en general. Tu vida y cómo has podido seguir avanzando, mientras te preparabas.
De esta forma, te das espacio y permiso para aceptar ese período que después de los exámenes, de alguna forma, ha terminado, con todo: sus luces y sombras.
Así podrás hacer ese cierre necesario que, sea cual sea el siguiente paso que debas dar (dependiendo de si apruebas o no y si consigues tu plaza), podrás hacerlo con mayor convicción y las ideas mucho más claras.
Esto es todo lo que puedes hacer después de los exámenes. Hay muchas cosas a tener en cuenta, pero como siempre, tú eres quien mejor se conoce y sabe qué le puede venir mejor en determinado momento.
Sólo espero que estas ideas te sirvan para generar tu propio plan y, sobre todo, disfrutar de ese merecido momento post-oposición, que te preparará para adaptarte a lo que sea que venga con más ganas y fuerzas renovadas.