¿Conoces esa sensación de “calma” que te prepara para la “tormenta perfecta”? Encaras los últimos meses hasta tu oposición y… ¡todo está a punto de descontrolarse!
Al menos, es lo que puede suceder si no eres consciente de ello. Ahora mismo es posible que sientas que tu preparación va sobre ruedas, porque llevas haciéndolo tanto tiempo que conoces tus mejores momentos, tus ritmos, cómo ajustar tu planificación y horarios cuando surgen imprevistos…
Pero esto es sólo una calma tensa. Y a no ser que tengas nervios de acero, a medida que se acerque el día del examen, puede que todo se tambalee.
Y créeme, no quieres estar desprevenido en un momento como éste. Porque te juegas todo lo que has hecho hasta ahora.
Es como cuando alguien estudia a última hora y repasa hasta 5 minutos antes de entrar a examinarse. En realidad, el conocimiento no puede asentarse, ni procesarse con eficiencia, porque no hay tiempo suficiente y por lo tanto puede ser contraproducente.
A grandes rasgos, en los últimos meses hasta tu oposición puede suceder lo mismo, si no te enfocas y sencillamente te dejas arrastrar por la ansiedad y el frenesí del momento.
Por esta razón, creo que entre 3-5 meses antes de tu oposición, debes convertir tu foco en un puntero láser que únicamente apunte a tu preparación y tu objetivo.
Cuanto menos amplíes tu visión de ese punto en el horizonte, menos posibilidades de enredarse en otros asuntos que desvíen tu atención.
Y es que como seguramente has escuchado a entrenadores y coaches: “allí donde pones tu atención, pones tu intención”. Así que no te compliques y vuélvete todavía más disciplinado si cabe, para afrontar esta última etapa hasta tu meta.
De hecho, en este artículo te propongo ideas prácticas que te ayudarán a centrar tu atención para que llegues a los exámenes al 200%.
Y para comenzar… Te propongo incluir la técnica del sprint en tu preparación diaria los últimos meses hasta tu oposición.
¿Quieres saber de qué va esto del sprint y cómo incorporarlo a tu rutina? ¡Dale al play!
Cómo mantener la calma y seguir enfocado en tu preparación
Esto quizá sea una de las cosas que más vayan a costarte, porque sencillamente cuando llegamos a la recta final, las emociones se alborotan. Entonces, en lugar de dejarnos llevar a la deriva, o luchar contra ellas, vamos a ver qué podemos hacer para que nos afecten lo menos posible, sobre todo si hablamos de emociones negativas.
Un inciso: hay quien dirá que las emociones negativas, en realidad, no lo son tanto, ya que son una llamada de atención o alerta a algo más profundo que te pasa. Lo compro.
Aún así, a efectos de entender esta etapa que vivirás como opositor los últimos meses hasta tu oposición, digamos que sí hay emociones que es preferible mantener a raya para que no desencadenen en:
- Falta de motivación
- Pérdida de foco
- Inseguridad
- Ganas de abandonar
- Blancos en tu memoria
- Etc.
Dicho esto, lo más importante en este momento, además de apegarte más que nunca a rutinas tipo sprint, como la que te explicaba antes, es volcar tu foco en la atención.
Nuestra atención es , según Chris Bailey, autor de Hyperfocus: “el recurso más poderoso que tienes para hacer las cosas y ser más creativo”.
O dicho en otras palabras, la atención, si se utiliza de forma efectiva, se puede usar en nuestro favor. Por ejemplo, de un modo enfocado, para ser más productivos. O cuando busques soluciones o respuestas ingeniosas a un problema o pregunta, de un modo creativo, que nos permite conectar ideas de forma novedosa.
Pero para poder llevar esto a la práctica, te voy a dejar a continuación unas cuantas ideas para comenzar a trabajar sobre tu atención y convertirla en tu aliada, en los últimos meses hasta tu oposición.
- Identifica tus principales fuentes de distracción e interrupción. Sólo sabiendo qué es lo que hace a tu mente divagar, podrás buscar soluciones concretas y mucho más eficientes.
- Recuerda que es muy importante establecer un entorno físico y mental claro para tu preparación. Si hasta ahora te ha costado, sigue leyendo porque en el siguiente apartado del artículo te contaré qué puedes hacer para mejorar.
- Piensa que la atención puedes dirigirla, sí. Pero no puedes estar todo el rato en el modo hiper enfocado, por lo que es vital que controles la motivación y ayudándote, por ejemplo de los sprints, estudies menos horas para ser más productivo.
- Toma pausas con intención. En esos momentos, no trates de enfocar tu atención en las redes, los mensajes o las noticias, mejor realiza pequeñas acciones automáticas, que permitan a tu atención divagar. Por ejemplo, ordenar un poco tu mesa, dar una vuelta a la manzana, o salir al balcón y tomar 5’ el sol.
- Conocer tus ritmos es fundamental para aprender cuándo puedes prestar atención (y durante cuánto tiempo) y cuándo dejar que tu mente divague por donde quiera. Esto te permitirá elegir los mejores momentos, sin sentir que estás haciendo un sobreesfuerzo.
Como verás, la atención es uno de los recursos más poderosos que tenemos, no sólo como opositor. La lástima es que nunca nos enseñaron a utilizarlo. Pero, nunca es tarde para aprender por nosotros mismos, ya que verás que es un factor que marcará la diferencia.
Cómo hacer pequeñas mejoras los últimos meses hasta tu oposición…
… ¡Sin que todo salte por los aires! Verás, es muy común que te asalten las dudas, que te sientas inseguro. Pero ojo porque esto te llevará seguramente a querer hacer cambios “radicales” que sólo agravarán la situación.
Si te encuentras alguna vez con un momento de estos, párate. Sí, en lugar de hacer, te pido que frenes y pienses antes.
Haz un listado de las cosas que has hecho hasta ahora en tu preparación, evalúa qué te ha funcionado y cuáles serían tus puntos a mejorar.
Este pequeño ejercicio te servirá para:
- Ver tu preparación en perspectiva y valorar también los aspectos positivos
- Sentirte mejor al ver los logros que sí has ido consiguiendo
- Enfocar las mejoras de una forma positiva que te ayude a sumar
Y para ello, te propongo que practiques el método Kaizen. Si no lo conocías hasta ahora, te diré que es el método de mejora contínua utilizado por empresas japonesas como Toyota.
Se trata de hacer cambios o mejoras, pero en pasos tan pequeños que te resulten casi ridículos. De esta forma, aunque el cambio es muy progresivo, evitas despertar a la amígdala de tu cerebro y que el miedo o el rechazo te paralicen.
Pero vayamos a lo práctico…
En este caso, cuando detectes qué deberías mejorar todavía más, empieza por preguntas pequeñas, del tipo: “¿qué pequeña cosa podría hacer hoy para mejorar este aspecto de mi preparación?”
Igual se te ocurren muchas ideas, o quizás ninguna. No importa, date unos días haciéndote esta misma pregunta, sin avanzar. No pongas en práctica la primera idea que te venga a la mente.
Cuando tengas el listado, vamos a la acción. Como verás, todo el rato me estoy refiriendo a pequeñas acciones. Y por pequeñas, quiero decir minúsculas.
Por ejemplo, imagina que quieres evitar las distracciones, porque aunque te va bien en tu preparación, crees que podría irte aún mejor, ya que esos 2-5 minutos en redes sociales te hacen perder el foco.
No vas a empezar por apagar tu teléfono, dejarlo en otra habitación, ni nada por el estilo. Hay que empezar por algo mucho más básico.
Simplemente apunta en una hoja cada vez que agarres el móvil para mirar tus mensajes o redes sociales. Así de simple.
De esta forma:
- Entenderás mejor ese hábito que has creado (sabrás qué recompensa recibes al hacerlo)
- Podrás gestionarlo mejor y encontrar otra solución menos nociva para ti
- Te darás cuenta realmente de qué supone para ti tener este hábito (no es lo mismo pensar que dedicas X tiempo a las redes sociales, que comprobarlo)
Después, cuando lleves varios días con esto y te sientas cómodo, quizá tú mismo ya has podido reducir ese tiempo, con sólo tomar consciencia.
Pero sino, la siguiente acción que puedes implementar es restar un minuto a tu consumo en redes. Y así progresivamente.
Lo que queremos conseguir es que sigas mejorando, pero sin estresarte, ni generar un agobio adicional al que quizás ya sientes. Pero sobre todo, que esas emociones que son totalmente normales, no acaben dinamitando todo lo que has conseguido en tu preparación los últimos meses hasta tu oposición.
Por cierto, ya sabéis que me encanta leer, por lo que si a alguien le interesa más el tema, os recomiendo este libro (ya sabes, porque desarrollarte como persona, también te beneficia como opositor): Un pequeño paso puede cambiar tu vida. El método Kaizen. De Robert Maurer y María Rosa Fiszbein Brandenburg.
Entonces, ¿estás listo para poner a punto esas “armas secretas” para afrontar los últimos meses hasta tu oposición?
El camino llega a su fin y en lugar de relajarnos, toca dar ese plus. Que, por otro lado, no es nada nuevo. Es decir, como verás no es algo que no hayas hecho hasta ahora, sencillamente se trata de estar algo más alerta y jugar bien nuestras cartas.
O lo que es lo mismo, sacar partido de todas esas capacidades y habilidades que has ido afianzado hasta ahora para llegar el día del examen y dar lo mejor de ti.