En este artículo os traigo a varios referentes en educación para contestar dos preguntas que me hacéis muchísimo en el blog.
He pensado que así no solamente tenéis mi opinión, sino que también de ellos.
Las dos preguntas que les he realizado son:
1. ¿Qué le dirías a todos los que están en la Facultad de Educación y ven como las oposiciones cada vez se complican más para los recién llegados?
2. ¿Cómo modificarías el sistema de oposición para que fuera justo y accesible para todos?
1- Lo peor que le puede ocurrir a la educación es que las oposiciones sean fáciles. Ante todo deben ser justas y combinar conocimientos teóricos con competencias prácticas orientadas a la enseñanza.
A quienes se enfrentan por primera vez a ellas les aconsejo paciencia y constancia: la oposición es también un aprendizaje y requiere su tiempo, ya que es para superarlas se necesita "saber", "hacer" y "comunicar", un conjunto de habilidades que no son fáciles de poner en marcha sin un mínimo de experiencia. Eso no quiere decir que los profes en activo lo tengan más fácil, ya que la tarea del aula y la de la oposición son contextos distintos.
2- El sistema de oposición requiere, en primer lugar, una remodelación de los temarios, ya que han quedado obsoletos. Junto con esa remodelación, la administración debería establecer unos guiones de puntos de referencia en cada uno de ellos para que sirviesen de criterios orientadores a opositores y tribunales.
En segundo lugar, el proceso de oposición debería ser integral, sin filtro eliminatorio de las pruebas escritas. De hecho, veo más importante que el filtro se haga en las defensas orales que en la prueba escrita, ya que el buen docente se mide más en las primeras que en la segunda. No obstante, el examen teórico debe mantenerse de manera rigurosa para que asegurar la calidad de los profesionales que acceden.
Por último, se debe regular bien la proporción de nota entre las fases de oposición y las de concurso, para que haya un equilibrio entre los que ya están en las bolsas y los que acceden por primera vez
1- Les diría que abran su mente a otras posibilidades. Hay vida más allá de las oposiciones. Por supuesto, son una opción válida para el trabajo de docente, pero cada vez hay más formas de ejercer la labor educativa sin tener que recurrir a ellas.
¿Por qué no explorar otros caminos antes de embarcarse de lleno en la preparación de estas pruebas? Investigar acerca de diferentes metodologías de enseñanza y probar suerte en los centros que más se acerquen a su estilo educativo, ¡incluso en otros países!
Aprender, descubrir otras formas de enseñar y si después siguen creyendo que las oposiciones son lo mejor que pueden hacer para contribuir en la educación de los pequeños, entonces sí que les diría que ¡adelante! Que luchen por perseguir sus sueños.
2- Considero que las oposiciones son una muestra del estado del Sistema Educativo actual. Una vez más, lo que cuenta es la teoría, la memorización de datos… Es un sistema caduco e injusto.
Los profesores necesitan invertir años y años de su vida para intentar conseguir un puesto estable como maestro. Por el camino, la gran mayoría pierden la motivación por su trabajo y ¿cómo va a transmitir después ilusión a sus alumnos por el aprendizaje si él mismo ha perdido la vocación?
Creo que se debería dar mucha más importancia a la experiencia, independientemente del tipo del centro que sea: público, privado o concertado. Incluso debería valorarse el voluntariado o el trabajo con los niños fuera de la educación formal.
Al final, el docente transmite mucho más a los niños desde el corazón que desde la memoria. Ellos valoran más a un adulto que les emocione, que les despierte la curiosidad, que les proponga retos, que innove… a uno que tenga una gran capacidad de memorización y que defienda un discurso delante de un tribunal.
1- Mi consejo es luchar y no rendirse. Aunque ya hay maestros que estamos dentro del sistema y la selva se va despejando, entiendo que para los nuevos titulados sea una jungla espesa y densa.
Hay que tener en cuenta que ellos vienen cada vez mejor preparados y que con tesón y mucha perseverancia pueden lograr llevar a aprobar esas oposiciones.
El que tiene un sueño tiene que recorrer el camino, sea como sea, porque al final acabará consiguiéndolo.
2- En mi opinión debe ser un sistema justo, basado realmente en pruebas que sean objetivas y no tan subjetivas como pasa en muchas CCAA.
Actualmente la diferencia entre CCAA y los exámenes hace que muchos opositores no tengan la misma oportunidad en una comunidad o en otra.
Creo que deberían pensar y cuidar mucho a los maestros que entran en el sistema educativo y sentarse con nosotros a preguntarnos.
Esa sería bajo mi punto de vista la gran modificación, buscar maestros “apasionados y vocacionales”.
1- Las oposiciones son siempre complejas. Es preciso que todos aportemos para la creación de un modelo que pueda seleccionar a los más preparados.
Los modelos actuales no valoran las competencias como docente, ni mucho menos como docente para el S. XXI.
La parte memorística ( el tema) es absolutamente irrelevante para poder valorar las competencias. La parte de programación, más técnica, solo valora una parte del proceso ( el diseño) pero no el desarrollo en el aula. Ni tampoco la gestión de aula, ni de la convivencia, ni los modelos inclusivos, ni la motivación , o la capacidad de liderazgo docente ( por nombrar algunas).
En fin, las oposiciones cada vez deben ser más exigentes, y a cambio la profesión docente más valorada y mejor retribuida.
2- Los sistemas de oposición, por definición son injustos. Así, un sistema de oposición debe contemplar todos los perfiles educativos que hay en la actualidad.
Los interinos deben tener un sistema de acceso restringido en forma y en nº; los maestros noveles deben tener una formación básica mejor que les permita afrontar el reto de la oposición desde una posición de competencia (teórica) manifiesta y un sistema de prácticas certificado de calidad.
Un cambio en el sistema de oposiciones debería contemplar un amplio presupuesto para darle cobertura.
Con una buena inversión en docentes noveles creo que todo podría mejorar.
1- Les diría que las oposiciones no son la mejor manera de comprobar la profesionalidad de un docente, pero que no pierdan la esperanza y traten de prepararse de múltiples maneras, incluso recurriendo a las redes sociales, especialmente a Twitter, como herramienta de formación y saber cómo van las cosas.
Qué traten de ser ellos mismos y lo reflejen en sus propuestas.
2- La verdad es que no es un tema sencillo, pero de alguna manera debería contemplarse el hecho educativo en su totalidad, no únicamente ante un papel o un tribunal.
1. Acceder a la función pública siempre ha sido difícil. Pero una cosa está clara: la competencia actual es más elevada (nº de personas que intenta acceder a una misma plaza).
Por eso más que nunca, es importante diferenciarse. La diferenciación no tiene por qué estar en lo que se cuenta, sino también en el cómo se cuenta. Por eso, animo a formarse en disciplinas que complementen los aspectos didácticos: oratoria, marketing, expresión corporal, copywriting, etc.
Esto hará que el mensaje a transmitir sea diferente aún siendo, en esencia, "lo mismo de siempre".
2. Sería muy difícil llegar a una solución que fuera justa para todos a la hora de acceder a una plaza pública. Realmente difícil. Pero dicen que hay que promulgar con el ejemplo.
Y si de algo carece el sistema actual es de coherencia. La normativa habla -desde el 2006- de competencias, y 12 años después, puede que no haya habido tiempo aún, el sistema de selección para "docentes competentes" es incompetente, es decir, no valora el saber hacer, el saber aplicar unos conocimientos de forma práctica. Este aspecto debería ser esencial y fundamental en el proceso de selección de futuros docentes.
1- Si tienes la vocación y, sobre todo, si estás convencido de que tu trabajo pasa por la docencia, les animaría a seguir preparándose las oposiciones. Pese a la titulitis actual, donde priman demasiado ciertos certificados, no queda otra que pasar por el aro e insistir en la preparación de los exámenes.
En mi caso, hace ya muchos años y pese aprobar los exámenes de la oposición, no obtuve plaza; afortunadamente me contrataron en un centro concertado donde he podido desarrollarme profesionalmente también como docente de Formación Profesional. Siempre es una alternativa.
1. Las oposiciones son la meta a los años de estudio. Esta profesión, vocacional a mi juicio y forma de entender la educación.
Para mí es sinceramente la peor parte, estudiar, invertir tiempo, dinero, salud, memoria.... y los resultados no son siempre los deseados, los esperados, los que en relación al tiempo invertido, al esfuerzo, las ganas... es el obtenido, pero sin lugar a dudas es un aprendizaje más para la vida, para nuestra mochila de experiencias, vivencias y anécdotas.
Con el paso del tiempo y las nuevas legislaciones que llegan una tras otra pisándose los talones sin dejarnos coger aire para ver que nos depara en la siguiente convocatoria, pero sí con el suficiente margen para coger impulso.
Solo me quedan palabras de ánimo y aliento para los que emprenden la aventura, que no se desanimen que nunca saben cuando conseguirán eso que tanto ansían y así poder desde dentro hacer las cosas un poquito mejor.
Con preparadores tan implicados, formados y con tanta ilusión es mucho más fácil. ¡Suerte a todos los que emprendéis el camino!
2- Esta pregunta es complicada tendría una respuesta con mucha polémica, pues no creo que haya un sistema de oposiciones justo, puede que más amable, pero con la legislación que tenemos, con la dinámica educativa actual, es muy complicado.
Espero ver la luz con la respuesta de otros docentes, que me convenzan de lo contrario. Mientras, lanzo otras preguntas, ¿es necesaria la fase de oposiciones? ¿por qué? ¿todos somos conscientes de la importancia que tiene la formación para desempeñar la función docente?
En el proceso opositor y durante los años de carrera ¿nos explican realmente como ser docentes? ¿Cómo dar clase? ¿Cómo atender a la diversidad de un aula? ¿Cómo podemos valorar la parte que no es tangible de un profesional? ¿De qué sirve los conocimientos de algunos temas del temario opositor? ¿Esa formación es imprescindible? ¿Cómo es la enseñanza en otros países? ¿Por qué no hay fase opositora en otros países?... y podría seguir, ninguna tienen la respuesta mágica a la pregunta inicialmente planteada, pero si podríamos reflexionar sobre lo que disponemos en la actualidad y hacia donde vamos. ¿mejor vs peor? ¿novedad vs antigüedad?
Y por último, una servidora, aunque la mayoría que me seguís tantísimos años ya sabéis de sobra lo que pienso sobre este sistema injusto y anticuado.
1- Nunca hay que dejar de perseguir un sueño, una ilusión, es difícil pero no es imposible, no vale rendirse, hay que sacar fuerzas para seguir luchando.
No os dejéis llevar por todos los rumores que vais a oír, como "no te presentes, no merece la pena si no has trabajado", "no tienes mucho baremo"... ni caso, centraros en vosotros y en lograrlo.
2- Esta es muy complicada, porque aquí siempre hay debate, han conseguido lo que querían que es dividirnos como colectivo, como gremio y ahora nos diferenciamos dependiendo del tiempo de servicio. El problema no está en nosotros.
Como he dicho es complicado hacer un sistema justo, pero como ha comentado el compañero Toni Solano, lo primero es cambiar el temario, no hablo de aumentar los temas, hablo de quitar temas obsoletos que no tienen relación con lo que se imparte en un centro escolar, esto es vergonzoso; ahora añado que son pruebas muy subjetivas y todos sabéis a lo que me refiero.
Con el actual sistema para que fuera un pelín más justo, lo único que puedo decir es que hagan dos oposiciones, una interna y otra externa, me explico, una para los que tienen tiempo trabajado y otra para los que no, así dividimos las plazas y no nos matamos entre nosotros, pero la realidad es que esto es un parche, no más.
Además, quería decir que estoy completamente de acuerdo con todas las preguntas, y sus respectivas reflexiones, que lanza Almudena de Maestra Especial PT.
Como veis hay tantas cosas que se deben cambiar, mejorar, revisar... que ya podrían ponerse manos a la obra.
4 comentarios en «8 Referentes en Educación opinan sobre las Oposiciones»
Gracias Almu, por tu maravilloso blog.
En cuanto a esta entrada concreta, mi opinión es que debería verse con lupa lo que ocurre en paises similares (básicamente europeos) y estudiar el sistema que mejor funciona.
Aquí llevamos mucho tiempo premiando, quizá excesivamente la experiencia, y penalizando la excelencia novel. Es difícil, pero es evidente que es necesario un cambio.
En otros países se selecciona a los alumnos para comenzar un tiempo dando clases tutorizados, a modo de MIR, y después, se les somete a un examen selectivo. Aquí, según seas interino o no, defiendes a uñas y dientes la experiencia (que a veces no es garantía de nada) y otras veces, el entusiasmo de los chicos recién graduados, llenos de ganas e ilusión. Tiene que haber un mix que valore todo en su justa medida. No se puede tener tanto interino de tan larga duración. Los que no valen deben empezar de cero y los que valgan, valorizar su experiencia.
Lo pagan los chavales.
El sistema no es nada justo, la verdad
Buenos días Javier
Muchas gracias por tu comentario y por compartir tu opinión con nosotros.
Estoy de acuerdo contigo y como bien dices, lo pagan los niños y el sistema es muy injusto. Seguiremos luchando para cambiar todo lo que podamos.
Un abrazo enorme y gracias de nuevo.
Buenos días, yo estoy totalmente de acuerdo con todos los comentarios que habéis escrito. Yo personalmente he vivido todas esas experiencias y aún soy víctima de este sistema de oposiciones tan injusto y subjetivo. Yo soy de Andalucía, y llevo con esta próxima convocatoria 2019 (que en Andalucía es cada dos años aproximadamente), sietes veces ya presentándome y aún no he conseguido aprobar las oposiciones, es decir, no los exámenes sino el concurso de oposición que es lo más difícil de conseguir. Actualmente soy Maestro Interino y lleva ya casi 4 años trabajando de tiempo de servicio, pero te puedes imaginar la vida laboral que llevo todos los años de un lado para otro, años que estoy en dos o tres centros educativos por curso, muy lejos de casa siempre, en fin, la conciliación familiar nula.
Pero con todo esto, no quiero desanimar a nadie, que hay que seguir intentándolo y no rendirse nunca, porque si persigues un sueño al final lo consigues.
Y en cuánto al sistema de oposiciones yo estoy de acuerdo en que se debe de actualizar todo al 100 por 100. Y sobretodo que sea un sistema justo y objetivo para todos. Porque actualmente, es muy subjetivo porque dependes de lo que un tribunal quiera valorarte, aunque sigan unos criterios de evaluación.
Sin más que decir, espero que mi aporte sirva como experiencia y apoyo a compañeros y amigos que están en mi misma situación actualmente y se sientan identificados. Un abrazo para todos. ¡¡¡Vamos a por todas que este año es nuestro!!!
Hola Fran, muchas gracias por escribirme y por compartir con todos nosotros tu experiencia y tu opinión, te lo agradezco enormemente.
Te mando muchísima fuerza y ánimo, es muy duro y solamente lo saben las personas que lo han hecho e intentado.
Un abrazo enorme y gracias de nuevo compañero.