Como bien sabéis, los maestros estamos de vacaciones, al igual que vuestros hijos/as. Creo que después de este largo trimestre nos las hemos ganado. Imagino que muchos pensareis de diferente modo y pasaran por vuestras cabezas frases como: “cuantas vacaciones tienen los maestros, para lo que hacen”, “que bien viven los maestros”, “miralos funcionarios, estarán cansados con las jornadas tan cortas que tienen”.... y así puedo estar durante mucho mucho tiempo.
Con esto solo tengo que decir, “si es tan fácil, ¿por qué no lo haces tu?”
Pienso que hablo en nombre de todos, cuando en muchas ocasiones he tenido que “informar” sobre que la facultad de magisterio esta abierta para todos por igual, por lo que si es tan guay y tan chuli y todo el mundo tiene vocación ¿que hacen que no están matriculados ya? Ahh y se me olvidaba también la oposición, que no es un plato de gusto, sobre todo si piensas así. Si la oposición nos la regalan por nuestra cara bonita, no, no, no trabajamos, ni estudiamos, ni siquiera al ser interinos estamos a no se cuantos kilómetros de nuestra casa, de nuestra familia y encima con la ansiedad y los nervios porque se acerca el maldito examen, donde te lo juegas todo en un par de horas, pero no preocuparos que los maestros no hacen nada, no intentamos enseñar a niños/as o mejor dicho a educar e intentar inculcar valores que no han oído nunca, ya que sus padres creen que no es su deber, sino la de los “profes”, que claro esta no hacen nada...
Para finalizar, simplemente decir, que estoy muy orgullosa de la profesión que he elegido, cada día me gusta más trabajar con mis niños/as, siempre lo he tenido tan claro, que yo recuerde la primera vez que dije “yo de mayor quiero ser maestra”, fue con 3 añitos y lo he conseguido con sangre, sudor, lagrimas y por supuesto trabajo, mucho trabajo.
Aquí os dejo un email que me llego hace unos días y me hizo mucha gracia, pero es una verdad como un templo. Un saludo a todos.
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