La semana ideal del opositor eficaz

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“Almudena, ¿qué es un opositor eficaz?”, esta sería la gran pregunta que puede surgir del título de este artículo… Y es justo lo que voy a tratar de responder.

Como sabes, hay muchos mitos acerca de la preparación de unas oposiciones: las largas horas de estudio, el aislamiento, etc. Pero todo esto depende de la persona.

Para mí, el opositor eficaz es aquel que consigue adaptar su preparación e incorporarla, de manera saludable, a su vida. Es decir, nada de renunciar a vivir, ni a tu vida social, y sobre todas las cosas, a tu salud.

Se trata, por tanto, de encontrar tu propio equilibrio para poder llevarlo todo, sin morir en el intento.

Y para esto, sintiéndolo mucho, no hay fórmulas mágicas. Puesto que, cada opositor tiene sus propias circunstancias: trabajo, familia, padres, responsabilidades…

Pero, en este artículo, compartiré contigo alguna de las claves que debes tener en cuenta para crear tu propia semana ideal y ser un opositor eficaz.

Y para empezar, te hablaré de uno de los errores típicos a la hora de estudiar una oposición y cómo llevar a cabo una planificación sencilla en solo 4 pasos.

Así que, ¡dale al play!

Claves para ser un opositor eficaz

Piensa en tu organización como en un juego de Lego. Con las distintas piezas puedes crear figuras a tu medida, el único límite es el de tu imaginación.

Con tu horario y planificación ocurre lo mismo, como opositor eficaz, puedes dar forma a una semana ideal que se ajuste perfectamente a ti, pero que a cualquier otro le parezca una locura.

Quizás estudias pocas horas, comparado con otro opositor, o a horas en las que nadie estudiaría, pero lo haces para compaginar el estudio con tu trabajo. Hay muchísimas opciones, todo depende de para quién es esa “semana ideal”.

Así que, vamos a ver cuáles son esas piezas con las que debes jugar a la hora de crear tu horario perfecto.

A continuación, te dejo un resumen de cuáles son las piezas de lego con las que cuentas para que emparejándolas de la mejor manera para ti, consigas ser el opositor más eficaz.

opositor eficaz
  1. Tiempo

Como opositor eficaz, sabes que el tiempo es el bien más preciado que tienes. Por eso, debes tratar de hacer lo mejor posible con el que tienes.

Para hacerlo, lo primero es establecer cuánto tiempo dedicarás a cada parcela o área de tu día o semana ideal.

Por ejemplo, cuántas horas estudiarás, cuánto tiempo dedicarás a otras actividades o tareas, etc.

Puede que te resulte más fácil tener claro cuánto tiempo te llevan algunas de las actividades que son imprescindibles para ti. Estas son las obvias: asearte, comer o cenar, si tienes trabajo, tus horarios, o si tienes hijos, los suyos.

Esto te dará una visión global de cuánto tiempo extra dispones para empezar a hacer los ajustes e incluir tu preparación.

Un método que te puede resultar útil es el Time Blocking, del que ya he hablado en el blog. Verás que tiene en cuenta cuánto tiempo te lleva hacer cada tarea. Incluso te permite tener espacios para recuperar esos momentos perdidos que todos tenemos durante el día, por imprevistos o distracciones varias.

  1. Lugar de estudio

Este es otro punto importante por 2 razones:

1. Según tu manera de estudiar, la capacidad que tienes de concentrarte, habrá lugares que te ayuden más que otros.

Todos conocemos personas que se manejan maravillosamente estudiando en la biblioteca. Mientras que otros no conciben cómo hacerlo fuera de su opozulo. O quienes pueden estudiar, incluso en el rincón de una cafetería agradable.

Saberlo, por lo tanto, te ayudará a ser mucho más eficaz en tu estudio.

2. Debes saber los tiempos con los que cuentas.

Si eliges estudiar en la biblioteca, por ejemplo, deberás tener en cuenta a la hora de planificar tus horarios, lo que tardas en los desplazamientos. Puede que sean 5 minutos porque la tienes al lado de casa, o que te lleve 30, porque te pilla algo lejos.

Como decíamos, cada minuto cuenta. Al principio, hacer un horario tan rígido puede agobiar un poco. Eso solo es porque asociamos la rutina con algo pesado o aburrido.

Pero, ten en cuenta que nuestro cerebro está diseñado para sistematizar al máximo todas nuestras acciones y repetirlas en piloto automático, para ahorrar energía.

Por lo que, al cabo de uno o dos días de ir milimetrando cada segundo de tu día, se volverá una tarea mucho más simple que harás “casi” por inercia. Y si no, mientras te acostumbras, siempre funciona bien ponerte distintas alarmas.

Por ejemplo, a las horas de despertarte, comer, hacer descansos, ir al gimnasio, o cuando te tengas que ir a la cama.

Pero, para que tengas más detalles, hace tiempo escribí otro artículo sobre el mejor lugar para estudiar, que te puede interesar.

  1. Comida

Hoy en día el tema de la alimentación da para muchos libros: dietas, ayunos, alimentos, etc.

Aquí no es mi intención darte una clase magistral sobre el asunto. Sencillamente, lo que quiero recordarte es que, como bien dicen, “somos lo que comemos”. Por lo que sería bueno empezar a interesarte por estos temas, ya que lo que comas puede ser un factor clave en darte ese extra de energía que te ayude a cumplir con tus horarios.

Además, por otro lado, tu horario no podrá ser el mismo si, por ejemplo, preparas tú tus comidas, o si todavía vives en casa y cocinan por ti. O si tienes que además hacer la compra, etc.

Para esto, aquí van 2 ideas que merece la pena que explores:

  1. Si cocinas, prueba el batch cooking. Por ejemplo, puedes aprovechar tu día libre para cocinar y guardar en el congelador lo que hagas. Así, durante la semana, ahorras tiempo en la cocina, al menos para una de las comidas del día.
  2. Si tienes la oportunidad, comparte tus objetivos con otras personas a tu alrededor. No estás solo y habrá quien siempre te eche un cable. O tu madre preparando tuppers, o si vives con alguien o tienes familia, quizás se presenten voluntarios para cocinar por ti, o ir al supermercado.

Al final, hay tiempo para todo si lograr rascar minutos del horario de aquí y de allí, con pequeños trucos.

  1. Deporte

Tanto si ya practicabas deporte, antes de preparar tu oposición, como si no, te conviene hacer hueco en tu semana ideal para hacerlo.

¡Ojo! No se trata de machacarte, pueden ser ejercicios ligeros, o sencillamente caminar. Pero tu cuerpo necesita movimiento.

En mi caso, alguna vez he contado como, durante la época en la que preparaba mis opos y a la vez trabajaba por cuenta ajena, mi espalda se resintió muchísimo.

Cuesta mucho recuperar después tu actividad física, además de que hacerlo durante tu preparación te ayuda a rendir mejor.

Así que, pasea, estira entre 2-3 veces al día y practica algún deporte que te guste, por ejemplo con amigos. Puedes quedar y salir en bici, jugar una partida de tenis, o echarte un partido de fútbol.

Con una vez a la semana será suficiente para desconectar la mente, activar el cuerpo y además, socializar, lo cual te ayudará a cargarte de energía para rendir mejor. Vamos, que te convertirá en todo un opositor eficaz.

  1. Ocio

Quedar a tomar un café, salir a ver una película al cine, visitar una exposición o acudir a una comida familiar pueden ser planes que incluyas en uno de tus días libres para sentir que haces cosas, más allá de estudiar.

Pero, será incluso mejor si logras realizar pequeñas actividades que puedas incorporar en tu día a día. Por ejemplo, leer 20 minutos al día o tener 1 hora para ver alguna serie, después de la cena.

Esto te hará sentir bien, te recompensará por el día, si te has esforzado y, por supuesto, te ayudará a crear un horario mucho más equilibrado.

  1. Descanso

Se habla bastante del descanso, últimamente casi en todas las áreas o sectores, pero para ser un opositor eficaz es esencial.

En algún artículo antiguo ya te he hablado de ello, por ejemplo, para poder madrugar y ser más productivo.

Pero lo más importante, en cualquier caso, es que te informes, leas y sobre todo, cuando ya sepas más, busques tu fórmula perfecta para conciliar un sueño reparador.

Porque, si algo nos han enseñado a muchos las pulseras inteligentes, es que dormir, no es lo mismo que descansar. Lo que realmente debes asegurarte es de tener suficiente sueño profundo, porque ahí es cuando descansas la mente y reparas el cuerpo.

Sin embargo, la gran mayoría tiene mayor porcentaje de sueño ligero. Hay muchas ideas en Internet para ajustar el sueño: gotas de lavanda en la almohada o un difusor, estar sin pantallas entre media hora o 1, antes de irse a dormir, cerrar bien las persianas para no dejar pasar la luz…

Ahora bien, ¿cuáles funcionan? Pues eso depende mucho de la persona. 

Pero, te aseguro que, en algún momento de tu preparación, como cuando se acerque el examen, sentirás que tu sueño se altera y perjudica tu descanso. 

Por eso, desde ya, es bueno si vas probando qué te funciona. De esta manera, sin presiones, irás creando tu propia rutina para irte a dormir y, aunque no la cumplas siempre a rajatabla, si duermes bien, siempre podrás echar mano de ella cuando más la necesites.

Y es que tu rutina de noche, por ejemplo, puede empezar tan pronto como cuando terminas de estudiar. Si eres una persona que suele darle muchas vueltas al típico “mañana tengo que hacer esto y lo otro”, etc. y eso te mantiene en vela, puedes probar a hacer una mini revisión del día, justo cuando vayas a cerrar la jornada. 

Así anotas qué tienes pendiente para el día siguiente, pero como ya lo tienes fuera de tu cabeza, verás como te libera de estrés a la hora de dormir.

Más que magia, dar con tu semana ideal tiene que ver mucho con la práctica y la experimentación. No tengas miedo a probar, el camino es largo y pequeños cambios, puedes suponer grandes transformaciones para ti y tu preparación.

Eso sí, tómatelo con calma y verás que, mientras avanzas, vas mejorando. Sobre todo, porque si haces un ejercicio de escucharte, tendrás más claridad sobre lo que te funciona y lo que no, en tu caso.

Me encantaría saber tu opinión sobre este artículo o que dejes tu comentario  en el cajetín más abajo.

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Almudena Palacios

Almudena Palacios

Me llamo Almudena y obtuve la plaza en el año 2009, anteriormente estuve un año como maestra interina. Actualmente compagino mi trabajo con la realización del Doctorado en Educación, innovación educativa. En Noviembre de 2014 terminé el Máster Innovación e investigación en Educación por la UNED. Soy diplomada en Magisterio de Educación Primaria por la UCLM, y Licenciada en Antropología Social y Cultural por la UNED.

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